LAPIDARIO DE ALMAS: GEOMETRÍA DEL DESEO

No somos anillo de oro simple,

somos ÓPALO: fuego atrapado en agua.

Tú, relámpago lechoso en mi noche,

yo, la sombra que acentúa tu llama.

Tus ojos son ZAFIRO ESTRELLA:

dos abismos donde navega luz ajena.

Mis manos, ÁGATA MUSGOSA—

raíces que trepan por tu geografía serena.

Tus risas, PERIDOTO verde,

gotas de olivo en el invierno seco.

Mi silencio, OBSIDIANA nevada—

volcán dormido, espejo negro.

En tu cuello brilla el RUBÍ TAILANDÉS:

pulso caliente, mapa de venas.

Mi espalda, LABRADORITA AZUL—

aurora boreal en piel terrena.

Tus dudas: CUARZO AHUMADO,

nube fugaz que mi certeza corta.

Mis miedos, JADEÍTA dura—

verdad tallada, puerta entreabierta.

Nuestro lecho es AMATISTA:

crepúsculo eterno en grietas de basalto.

El roce, TANZANITA tornasol—

azul que quema, violeta salto.

Y al fundirnos en DIAMANTE FANTASMA:

carbon puro bajo presión de siglos...

Somos ESMERALDA TRAPICHE—

estrella negra que une seis destinos.

Somos PIEDRA LUNA y PIROPO,

eclipse y brasa en la misma joyería:

QUIMERA DE GEMAS VIVAS

—taller de alquimia donde el día

desgaja auroras de la geología.