La vida es así acciones de vivir
- samuel gaitan
- 18 abr 2024
- 1 Min. de lectura
En el rincón de lo imposible, se encontraron dos almas,
Un hombre y una mujer, unidos por emociones que calman.
Sin promesas ni certezas, se entregaron al amor sin medida,
Un vínculo que desafía el tiempo, que en sus corazones anida.
Cada mirada era un verso, cada gesto una melodía,
En el lienzo de sus encuentros, pintaban su propia poesía.
Amar sin expectativas, en la libertad de sentir y de ser,
Descubrieron un universo donde solo importaba el querer.
Pero como las olas en la playa, el amor llegó y se fue,
Dejando en sus corazones un dulce sabor a lo que fue.
Aunque se despidieron, el amor nunca se apagó,
En cada latido, en cada suspiro, su recuerdo perduró.
Y en el capítulo de los reencuentros, el destino los volvió a unir,
Como dos estrellas fugaces, que vuelven a brillar y a existir.
Quieren que su amor perdure, que trascienda toda frontera,
Que cada segundo juntos sea un poema que al alma altera.
Así, en este baile eterno entre el destino y la pasión,
Siguen amándose en la eterna melodía del corazón.
Porque aunque se vuelvan a ir, su amor será un legado,
Un tesoro inolvidable en el libro de lo amado.




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