La Constelación de los Sueños: Democracia en el País de los Mil Planetas
- samuel gaitan
- 10 dic 2024
- 2 Min. de lectura
En un cosmos sin fin, donde estrellas resplandecen,
Nace una nación, de mil mundos entretejida.
Un canto a la unión, donde razas se mezclan,
Y la voz de la igualdad, en el viento se difunde.
En cada planeta, un sol diferente alumbra,
Pero todos anhelan, una misma fortuna.
La democracia florece, como una flor cósmica,
Donde cada ser, tiene su propia voz trágica.
La libertad, un tesoro, que todos atesoran,
Y la educación, una semilla que siembran.
En aulas estelares, el conocimiento fluye,
Inspirando a las mentes, a siempre seguir.
El trabajo, un honor, que dignifica al ser,
Construyendo un futuro, donde todos pueden crecer.
Sin distinción de raza, ni de origen estelar,
Todos somos iguales, bajo el mismo altar.
En este país de sueños, donde el espacio se expande,
La paz y la armonía, son las leyes que manda.
Un himno a la diversidad, que el universo entona,
Un canto a la esperanza, que jamás se abandona.
El País de los Mil Planetas
En el vasto lienzo del cosmos sin fin,
donde estrellas dialogan en lenguas de luz,
nace un país entre galaxias y sueños,
el País de los Mil Planetas, nuestra cruz.
Aquí no hay fronteras, solo constelaciones,
ni razas ni credos, solo humanidad.
Los cielos se abren a mil corazones
que laten unidos en justa igualdad.
En este rincón de la esfera infinita,
la democracia no es un eco vacío,
es la voz vibrante de mundos distintos
que juntos construyen un destino limpio.
El derecho a aprender, una estrella guía,
que ilumina mentes, que enciende futuros,
y el trabajo digno, la fuerza creativa,
hace girar mundos con esfuerzos seguros.
Las manos de Marte forjan los sueños,
mientras en Venus las artes florecen,
y en Titán los niños imaginan caminos
que en la Tierra misma jamás se deshacen.
Libertad es el viento que cruza los cielos,
es la nave que explora sin temor ni cadenas,
es el pacto sagrado entre mil planetas
que respiran juntos la paz que alimenta.
Oh, País de los Mil Planetas lejanos,
donde las diferencias son puentes dorados,
y el futuro es un canto de esperanza en las manos
de aquellos que eligen soñar como aliados.
En el abrazo inmenso del cosmos eterno,
se alza una sociedad que rompe los miedos,
una utopía viva, un puerto sincero,
donde ser humano es lo único verdadero.





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