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Gira el Sol, Mi Girasol: Poema de Amor y Eternidad

  • Foto del escritor: samuel gaitan
    samuel gaitan
  • 10 dic 2024
  • 2 Min. de lectura

El ciclo eterno


Gira el sol, mi girasol,

En danza eterna, sin igual.

Tu rostro sigue su fulgor,

Como un compás, sin ningún error.


Pero el tiempo pasa, inexorable,

Y tu belleza, aunque admirable,

Se marchita cual flor al final,

Y tus pétalos, al viento, se van.


Mas en mi alma, tu recuerdo,

Como el sol, siempre volverá.

En cada amanecer, te encuentro,

Y en cada atardecer, te venero.


La fugacidad de la vida


Girasol, espejo del sol,

Tu vida es breve, un corto farol.

Sigues su curso, con anhelo,

Pero el destino, te lleva al suelo.


Como tú, yo también giraré,

En este mundo, que siempre cambiará.

Y aunque el sol siga su eterno andar,

Mi recuerdo, quizás, ya no estará.


Una metáfora de la vida


El sol, la vida, que nos ilumina,

El girasol, nuestra alma, que se inclina.

Juntos giran, en un ballet celestial,

Un ciclo eterno, que nunca se detendrá.


Pero la flor, como todo mortal,

Se marchita y muere, sin más contratiempo.

Y aunque el sol siga su camino fatal,

En nuestros corazones, siempre habrá un sitio.


Gira el Sol, Mi Girasol


Gira el sol, eterno y radiante,

un fuego que baila en su esfera distante.

Y aquí, en la tierra, un humilde girasol

le sigue con ansias, le entrega su amor.


Sus pétalos dorados, como llamas de cielo,

se abren al día, se llenan de anhelo.

No conoce sombras, ni olvido, ni hastío,

solo el calor que lo guía en su río.


Yo, como la flor, también te busqué,

fui girasol en campos de fe.

Te seguí con mi rostro, con mi corazón,

siempre al compás de tu suave canción.


Pero sé que la vida es un breve fulgor,

no dura para siempre ni el más bello amor.

Como el girasol que al final se marchita,

mi tiempo también se deshoja y se quita.


Mas mientras gire el sol y encienda el paisaje,

mientras sus rayos pinten el viaje,

te recordaré, como la flor recuerda

al astro que la toca y la despierta.


Y aunque mi tallo caiga, mi luz se apague,

mi amor será eterno, mi memoria un viaje.

Porque gira el sol, y en su danzar callado,

llevará mi recuerdo a tu lado.


En este poema profundo y melancólico, el girasol se convierte en un símbolo del amor que sigue al astro, del recuerdo que nunca muere, y de la fugacidad de la vida. A través de imágenes llenas de luz y movimiento, se reflexiona sobre cómo las conexiones perduran más allá del tiempo, como el girasol que nunca deja de buscar al sol. 🌻☀️


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