El remedio a todo

En el tumulto de la vida, en la oscuridad más profunda,

Brilla una luz eterna, la esperanza que nos alumbra.

Jesús, divino salvador, el faro en la tempestad,

Es la respuesta a todo, en él hallamos verdad.

En la cruz entregó su vida, por amor inigualable,

Para redimirnos del pecado, su sacrificio incuestionable.

En cada lágrima derramada, en cada dolor sentido,

Él está presente, nuestro refugio, nuestro abrigo.

Cuando el mundo parezca frío, cuando el alma esté afligida,

Recuerda que Jesús es la cura, la luz que nunca se extingue.

En sus brazos hallamos paz, en su amor hallamos consuelo,

Él es la fuente inagotable de amor verdadero y eterno.

Así que no temas, ni desesperes ante las pruebas que enfrentas,

Pues Jesús camina contigo, y en sus manos seguro estás.

Él es la respuesta a tus angustias, la calma en la tormenta,

En su gracia y su bondad, encuentras la vida rebosante y contenta.