El Guerrero Mortal y la Princesa del Infinito
- samuel gaitan

- 4 mar
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Bajo un cielo de Aules cristalinos,
cabalgó el Guerrero de cicatrices y espinas,
mientras la Princesa, tejedora de destinos,
bordaba blancos en lunas argentinas.
Su amor fue un puente entre agujeros negros,
donde el tiempo muerde su propio fulgor;
él, mortal, temblaba ante el enigma eterno,
ella, infinito, le nombraba «su flor».
Juntos cruzaron tierras de sombra y fuego,
planetas que gimen canciones de hielo,
cielos rotos en llanto de arcángel ciego,
y mares de estrellas navegando en un velo.
En viajes innúmeros su alianza florece:
él bebe de su pecho la eterna raíz,
ella aprende a sangrar cuando el mundo fallece…
Así funden sus huellas en el multiversal matiz.
Los Blancos Haecr son versos del Misterio,
mapas que solo sus almas leerán;
él, guerrero que abraza su fin como imperio,
ella, princesa que el caos despertará.
Y aunque agujeros negros devoren su historia,
quedará el poema perfecto en su unión:
ella es la aurora, él la fugaz memoria…
¡El amor que trasciende toda dimensión!




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