El Encuentro de las Almas

En un reino olvidado por dioses y hombres,

donde el tiempo reposa en susurros de nombres,

un guerrero marchaba sin miedo al destino,

con un alma herida y un paso divino.

Era inmortal, o eso creía,

pues ninguna espada su pecho rompía.

Más su corazón, vasto como el abismo,

latía vacío, perdido en sí mismo.

Un día, en un sueño de luz y misterio,

vio una princesa de un reino etéreo.

Cabellos de aurora, ojos de infinito,

su voz era un canto al amor bendito.

Ella vivía en un cielo estrellado,

rodeada de paz, de un amor olvidado.

Y cuando lo vio, en la bruma del viento,

sus vidas se unieron en un solo momento.

“¿Quién eres tú, guerrero sin nombre,

que cruzas los cielos como un dios de bronce?”

“Soy quien ha luchado por eras sin fin,

mas contigo he hallado mi principio y mi fin.”