Colombia, tierra que canta
- samuel gaitan
- 7 oct
- 3 Min. de lectura
Colombia es un lienzo de auroras y mares,
donde el sol besa cumbres de nieves eternas,
y el verde —que nunca descansa— se expande
como un suspiro vivo sobre la tierra.
Del Caribe dorado al Pacífico oscuro,
dos mares le dan su rumor de canciones,
y entre ellos florecen montañas y ríos,
selvas profundas, valles, corazones.
El café perfuma el alba en los Andes,
el viento en los llanos galopa sin fin,
y en la Guajira, el desierto dialoga
con un cielo encendido de fuego carmín.
Medellín sueña en flor, Bogotá piensa en niebla,
Cali baila el ritmo de su alegría,
Cartagena guarda en sus muros antiguos
el eco dorado de la poesía.
Tierra de manos que siembran futuro,
de voces que al cielo lanzan amor,
Colombia, jardín de mil colores,
eres esperanza, ritmo y fulgor.
La Belleza de Colombia
Tierra de esmeraldas y café,
donde las montañas besan el cielo
y el Caribe susurra su fe
en playas de dorado anhelo.
Colombia, jardín de mil colores,
donde el Cocora eleva sus palmas
y en cada valle nacen flores
que perfuman las almas.
Amazonas de verde infinito,
Pacífico de ballenas cantoras,
desiertos donde el viento ha escrito
historias de arenas doradoras.
Cartagena de murallas antiguas,
Bogotá de niebla y sabana,
ciudades que el tiempo no amortigua
y pueblos de gente tan humana.
Frailejones en el páramo danzando,
tucanes que visten el arcoíris,
ríos de cristal navegando
hacia mares que cantan su iris.
País de orchídeas y guadua,
de cumbia, vallenato y bambuco,
donde la vida se perpetúa
en cada rincón, en cada ruco.
Colombia hermosa, tierra querida,
crisol de razas y de sueños,
en tu geografía está escrita
la poesía de tus empeños.
A la Verde Esmeralda
En el lienzo del Caribe, azul y profundo,
se mece Cartagena, con su encanto antiguo.
Sus murallas son versos de un tiempo fecundo,
y el susurro del mar, un arrullo amigo.
La Sierra Nevada, con su manto de nieve,
guarda el secreto milenario del Tayrona.
Donde el jaguar vigila y el cóndor se eleva,
y la tierra en sus venas, esmeralda pregona.
Por las laderas verdes, en la Zona Cafetera,
como un sueño viviente, se tiende el paisaje.
Son verdes sinfonías, una dulce quimera,
que despiertan del alma el más grato lenguaje.
En el Vaupés, el río es un espejo de estrellas,
y la selva respira con pulso de tambor.
Son ancestrales cantos, mágicas centellas
que iluminan la noche con su propio fulgor.
Bogotá, en la sabana, bajo un cielo cambiante,
guarda museos de sueños y de poesía.
Es un faro de historia, vibrante y fragante,
donde el verso y la lucha se funden al día.
Oh, Colombia de todos los verdes del mundo,
de los ríos de miel y de oro el renacer,
tu belleza es un canto, profundo y jocundo,
que no cesa de en la alma florecer.
Eres sol de los Andes, eres mar, eres selva,
un ramo de orquídeas de vivo color.
En tu pecho, la vida palpita y se revela,
¡Eres un juramento de paz y de amor
Poema: La Belleza de Colombia
En la tierra de los mil colores,
donde el sol besa la montaña,
Colombia, jardín de amores,
tu esencia nunca se engaña.
Ríos cantores y montañas altivas
Ríos que cuentan historias,
cristales que danzan en el viento,
y montañas, olímpicas glorias,
guardan secretos en su aliento.
Cafetales y flores fragantes
Aroma de café en el aire,
frutos dorados en la vereda,
las flores, como un desplante,
en el campo su belleza queda.
El abrazo del mar y la selva
De la costa al Amazonas,
un caleidoscopio de vida,
donde el océano canta y clama,
y la selva abraza con su herida.
Gentes llenas de pasión
Gentes generosas de sonrisa,
calidez que en el alma se siente,
en cada abrazo, una brisa,
la cultura vibrante, latente.
Colombia, un canto eterno
Eres un canto eterno,
un verso de amor y esperanza,
en tu belleza, el invierno
se viste con la más hermosa danza.
Colombia, siempre radiante,
tu belleza es un regalo divino,
en el corazón de cada amante,
tu luz brilla en el destino.




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